Del aroma en blanco y negro
que eras mis versos y mis letras,
salí a buscarte desde esos sueños;
camine dispuesto a mirar tus ojos,
a tocar tus manos y decirte: Te amo.
No me acerque y no por cobardía
llegue tarde a tus pasillos
me di media vuelta aquella mañana.
Quise gritar, golpear y con coraje
me vi forzado a tirar las flores
Terminó lagrimeando con amargura,
este estúpido corazón y sentimiento
del cual nunca sabrás cuanto dolor
me causo verte y querer sorprenderte.
Finalmente fui yo el sorprendido;
una vez más soy yo el culpable
del aroma de mis letras.
Uva vez más susurrando
tu nombre y sangrando
esta profunda herida.
Subí a la troka raudo
y pedí acelerar
para perderme del lugar.
Dije nunca más regresar..!
maldije y odie con furia.
Odie con lisuras de infierno;
odie con llanto silencioso
odie inmensamente los golpes
y más éste que fue un golpe más
y no el de buena suerte.
Autor: Camisa
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