No había llegado más arriba,
de la altura de mis zapatos;
más siempre miré para arriba,
allí donde descubrí tus ojos,
el calor de tus manos y volé
a ese universo maravilloso
de sentir la emoción de vivir
divisando el límpido color cielo.
Vivir en tu mente y corazón,
en la piloerección de tu piel,
cuando te acaricio o te beso.
vivir emocionado conociendo
aquello que me hace feliz.
Vivir entre versos
de poesía,
en escritos, cartas o mensajes;
Vivir en tu mirada, en tu voz
pronunciando mi nombre
y vivir con tu compañía,
con tu luz y sin penumbre.
Vivir urgidos de amarnos,
vivir totalmente perdido,
entre las curvas de tu cuerpo;
pero vivir plenamente además
en toda el alma de las letras,
de número enteros y fracciones
¿por qué no..? para saber
del tiempo que me falta verte;
para saber de horas o de días,
de la suma de enteros sin ti,
cuando estoy lejos de ti.
Vivir las estaciones de la piel,
desde la sintaxis de tus ganas
desde el sonido de tu voz
desde la caída de las ropas
que llevan tu cuerpo.
Vivir para saber del misterio
que nos une o nos separa;
saber de ese misterio del amor,
que lleva a perder el miedo
y a ganar si viviera contigo.
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