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jueves, 12 de junio de 2025

Tú no lo viste

Me dijo, muy seria, que me faltaba presencia,

su prima murmuró con sutil impertinencia,

que era apenas un hueso, sin gran apariencia,

un ser que no daba, según ellas, consistencia.


Una amiga sentenció, como quien ya sabía:

“Qué raro que no vieras que no te quería…”

Me besaba con ojos tan fríos, tan abiertos,

como quien piensa en alguien más, en mundos inciertos.


Después se marchó, con un viejo chofer,

hijo de un hombre de tierras y de poder,

decían que a ella le convenía ese juego,

y que yo era un sueño que ardía sin fuego.


Pero el tiempo, mi aliado, jamás se detiene,

me puse a estudiar mientras el alma se entrene,

las puertas del mundo se fueron abriendo,

y en todos los cargos fui jefe, creciendo.


Fui director también gerente y líder que inspira,

me gané el respeto donde la voz se admira,

el cariño sincero de toda mi gente,

por ser buen colega, por ser inteligente.


Con trabajo y coraje, mi nombre se hizo marca,

el éxito llegó sin hacer tanta alharaca,

tengo casa con piscina, y carro del año,

lo que un día me faltaba, ahora me sobra cada año.


Ella, en su pueblo, quedó estancada,

mujer de un camionero, historia cerrada,

viviendo en la casa de aquellos que fueron

sus padres y suegros del hombre a quien todo le dieron.


Rechazó al “pobre” sin ver mi semilla,

yo florecí lejos, sin rencor ni zancadilla,

y al mirar atrás, no guardo reproche,

sólo el recuerdo de un daño que me hizo esa noche.


Hoy soy quien soy, con calma y sin prisa:

el que un día cayó, y luego se alza con risa,

el que hizo del rechazo su mayor tesoro,

y ahora vive en paz… con todo y de sobra.

Autor: Camisa

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#NoAlPlagio