A través del reloj de números romanos,
puedo ver aún las velas encendidas,
que no lo apaga ningún viento
en esa procesión que se lleva por dentro.
Catedral barroca y moderna por dentro,
que salta a la vista luces grandes y pequeñas,
se convierte en esperanzas perdidas
o en ruegos incumplidos de los arrodillados.
Dios hoy te pido desde adentro de mi pecho,
que escuches y acojas sus pedidos y ruegos
y los ayudes a cumplirlos con tu mano bendita,
porque tu eres la luz grande y amor potente.
Me ínco a ti, pidiéndote milagros para mi gente,
como vienes bendiciendo día a día mi vida,
haciendo que casi no sienta el dolor de esta herida,
que me dejo aquella muchacha con su traición.
Con aquel cuchillo grande que decía tener en casa,
con el juego del elefante que logré entender;
sombra que me hacían ser un ingenuo, un iluso
de sentimiento honesto pisoteado con sus pasos.
Grabado quedó aún el recorrido de sus caminos
y sus estancias que son ahora su huella digital,
que ya desde adentro aflora en dolor negro
y se convierten en letras de mi triste poesía.
Me siento criminal tratando de asesinar el sentir
desde adentro; pues no muere y en cada intento,
solo revive como si fuera un carbón no apagado,
que quema y parte el alma hasta brotar en ríos.
Tibia agua salada que son puquios desde adentro
del alma que jamás tu nunca, nunca tú sabrás,
porque todo esta aquí dentro de mi escondido,
que no se nota ni siquiera en mi sonrisa, detrás.
Mantente en la sombrita, porque sabes que en el sol
podrías por tu traición y comportamiento secarte.
Podre amarte como lo hago, pero eso no te ha quitado
el fétido y abominable perfume de tu mala persona.
Estrella idealizada que la puso mi amor en un pedestal,
un amor que inició y jamás nunca había terminado;
eso pensé y la verdad es que nunca existió;
y fui el tonto que dió su humilde y sincera persona.
Autor: Camisa
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#No_al_plagio