Fue nuestra
previa o preludio,
una pizza hecha
por tus manos,
un vino helado, porque
es mejor.
Envolvías mis
sueños en papel esperanza,
era un mismo
deseo. Nuestro deseo,
que se sostenían en
nuestros besos,
en nuestros abrazos, en caricias
y en esas ganas
de amarnos.
En aquellas noches
no fueron relámpagos,
sino fue el fuego
de nuestra pasión,
que en ratos
alumbraba la noche.
Me amaste tanto, hasta
enamorarme;
incendiaste toda mi
piel
y me quemaste
hasta el alma.
Fui carbón de leña, hoy papel
quemado.
Me deje llevar
por el fuego
de aquella pasión
entera,
abandonando y dejando
de lado
toda creencia
religiosa alguna.
Era tu piel y mi
piel. Nuestra piel;
no había más en
esos momentos
y aunque no estas
conmigo ahora,
siento que lo
estas aún en la distancia.
Siempre que te
amaba y te hacia el amor
yo le puse más;
porque venía de la soledad,
salía de la
mentira; tú me ayudaste a salir.
Tejimos infinidad
de sueños dorados y plateados,
entre tardes, noches
y madrugadas juntos;
fuimos hoguera y
te cubrí con mi cuerpo,
con mis letras en
voz, cantos y poesía.
Te amé tanto que me
derretí en tu boca.
Me derretí dentro
de ti y me desquicié
ante este loco
deseo por ti.
Hay veces que me siento curado
o tal vez no lo
esté; porque sigo enfermo
con una mente sana y un cuerpo enfermo.
¿Qué haces ahora, chiquilla
en que extraño el brillo de tus ojos?
¿Qué haces en las noches sin mi,
en las noches solas ante el sonido del universo?
¿Qué haces tu ahora
frente al ruido secreto de tu mente....?
Hoy que estoy corazón adentro,
donde germina el amor, aquí donde habitas,
aquí donde extraño tu clara piel color maní,
para entregarle apasionadamente
la lengua de mis besos y caricias.
¿Qué haces ahora que estoy dentro ti;
en tus recuerdos, en tus silencios y en tu mudez?
¿Qué haces cuando me lees,
te palpita el corazón y se te anuda la garganta?
¿Qué haces en las tardes naranjas de tus pensamientos?
Ahora que los riachuelos se volvieron ríos,
y mis ríos se volvieron mares;
Ahora que en pendiente va cayendo el cúmulo
de los sueños y mis besos guardados.
Ahora que solo busco el suicidio de mis deseos,
de mi carne, de mi piel y de mis percepciones.
Ahora que estoy dentro de ti, solo en tu alma,
en forma invisible e imperceptible para los demás.
Ahora que no me llevas en tu roja sangre,
y estoy en la cúspide del sol y los laureles;
en el firmamento junto a la estrella
que apenada miras cada noche.
Ahora que invisible estoy dentro de ti,
ahora que eres la simiente de mis versos,
el dolor de mis silencios agudos
y de mis fiebres buscando la explicación
de si realmente estoy dentro de ti.
Autor: Camisa
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