Un brindis de ti

 Con una copa de ti, 

de tu cuerpo,

de tus manos y tus besos;

para celebrar el treintiuno 

que dure hasta el primero

 de este año venidero.

Unas flores amarillas,

llevaré para tu jarrón, 

y este amor sincero,

para tu corazón.

Llevó ganas de bailar

contigo toda la noche;

hacerte el amor por la mañana, 

salir a almorzar a Huanchaco

o tal vez a Moche.

Almorzar algo nacional,

sea un ceviche o un ajiaco,

o comida internacional

sea suchi o algún taco.

Tomar una cerveza 

cusqueña e Inka Kola, 

la que fueron bebidas nacionales

escuchar en en el muelle alguna rola

mirando todos los puntos cardinales.

Que bello sería tomarnos fotos 

en el muelle Huanchaco.

y que quede para mi y para ti

estos hermosos sucesos.

Autor: Camisa

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Te soñé

 No basto soñar hundirme en tus ojos,

soñé un día hundirme en tu corazón

como me hundí en tu piel 

hasta llegar a tu garganta.

No bastó soñarte en los versos 

de mi poesía o novela escrita.

Soñé alguna vez estar en tu sangre

y que alimentes mi semilla con ella.

Soñé alguna vez no solo con tu nudez

sobre mi cama, como te llegue a tener

soñé con ser fuego y ser viento;

Soñé contigo y con tus huellas.

te soñé entre todos los colores 

mágicos de las flores.

Te soñé entre alegrías y cantos

lejos de los ríos y los mares

y cerca de lo verde viviente

aquel color de la esperanza.

Te soñé completamente mía,

unido a tu carne, a tu alma.

Te soñé conmigo en las playas

y todo cuanto lugar que tu vayas.

Te soñé entre notas matutinas;

entre los otoños de mis ojos, 

y en mis deseos de invierno.

Te soñé conmigo, te soñé

hasta verme  preso detrás

de mis sueños a propia voluntad.

Autor: Camisa

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Ausencia en navidad

 Me senté a la mesa y percibí tu ausencia,

una botella de vino, un slide de panetón,

un trozo de pavo y dolor en el corazón,

extrañando oír tu voz y mirar tu sonrisa.

Una vez más  frente a una cena de locos 

de este país donde hay extremo calor

y se toman el chocolate caliente.

Yo. El único que toma chocolate helado,

de sangre caliente y de aspecto agotado

Y por la tristeza muy desesperado.

Hoy extraño tu sonrisa, extraño.tu voz

Hoy extraño tus.manitoa, hoy eztraño

Bajo el árbol

Después de tiempo, volví a sentarme 

bajo el árbol, lugar donde un día 

se rompió el dique que contenía

el cristalino rocío de los ríos 

y mares de mi alma.

Sí. Fui a recoger mis pasos, antes de partir,

del lugar que mucho y tanto hizo sufrir

al deshuesado músculo que siente el alma,

que te quiebra y activa ríos y mares.

Sentí la herida, pero no lo vi noche, 

como la noche de aquel día. 

Era de día y sentí nuevamente la daga

de su traición y dolorosa partida.

Senti la lluvia tibia como se resbaló

por la gravedad en los surcos de mi rostro,

Volví a sentir lo que en la noche 

de aquel doloroso día sentí.

Volví a recordar que además diome

un beso en el rostro de despedida,

cual besos que Judas dió a Jesús.

Me vació el alma, me sacudió el cuerpo,

y rompió en mil pedazos este corazón,

que hoy parchado, remendado, pegado

y demás; vive a duras penas 

y a pesar de todo la tiene aún dentro de sí.

Un amor verdadero, fuerte e inocente

que creyó en las versiones de sus ojos, 

en la piel de las manos y en los besos

de su sonrisa que encerraban la mentira

y que fueron la daga que atravesó

este sentimiento invisible y transparente.

Autor; Camisa

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Desaparecer

 Hoy quisiera desaparecer y ser polvo,

desaparecer entre la tinta de mis letras,

entre letras de los versos de ésta poesía.

Hoy quisiera ser invisible e inmaterial 

como éste sentimiento que siento por ti,

 escabullirme en el aire y desaparecer.

Hoy, tú que están en mis pensamientos,

evoco tu mirada y la piel de tus manos

y aunque sin ti nunca es mi momento,

tu recuerdo me conduce a la poesía.

Un café me pinta de color tu figura,

enamorado envio mi suspiro al aire

deseando se pegue entre tus ropas

cual perfume azul de la mañana.

Hoy qusiera desaparecer en los pulsos,

entre el latido inmaterial de mi corazón.

Entre los pensamientos inmateriales

que a lcerrar los ojos tiene color.

Desaparecer como lo hice de tu vida,

como desapace el sol al final del dia

entre básicos colores rojo y amarillo.

Desaparecer de tu memoria en silencio,

como lo has hecho en tercera persona;

desaparecer entre las calles recorridas,

entre la sábanas mojadas de fluidos

y desaparecer de mis pasos andados.

Hoy quiero desaparecer de la vida,

aunque mi conciencia se resista;

desaparecer y no volver a tus ojos

al pensar que ya no hay esperanza.

Autor: Camisa

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Clemencia

Dejaron de ser mágicos los días,

para ser horas de grises poesías,

que apagan fuegos de mi alma

en toda la galaxia de este amor

inmenso que siento por ti.

 

Me he tragado las amarguras

día a día aparentando en risas

caída que me intento levantar ;

dolor del alma por ti causado

que a hoy no puedo superar.

 

Te leí cuando dijiste supérame,

más yo pido clemencia a Dios

a tan fuerte y dolorosa tortura

que silente y en sumo secreto

te mata entre libros y letras.

 

Clemencia a este poco de tierra,

piel marrón y ser casi extinto,

cabello blanco que ahora pinto,

alma de selva, costa y de sierra.

 

¿Recordarás todo lo que hicimos

cuando tal vez estés a solas?

Que con mis manos y mi piel

sembré poesía en tu alma.

 

Pregunto a veces si habrás leído,

alguna vez frente a tu espejo,

los versos que escribí en tu piel

cuando disfrutamos en el reposo.

 

Vuelvo a pedir clemencia a Dios,

por el dolor en mi suspiro profundo,

que ni cerrando mis ojos al mundo,

puedo encontrar bálsamo al reto

de borrarlo y olvidarlo todo, todo.

Autor: Camisa

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¿Por qué será?

Mirando el cielo en este medio día

pensando que llega  ya la navidad;

Imagino como lo pasarás con quién 

tendrá este año, su primera navidad.

Se escapó de mis sueños esa realidad,

que jamás la pinte cuando mire tus ojos

o cuando esculpiste en mis entrañas

esa pasión de tus huellas en mi piel.

Por qué será? que aún extraño esas tardes

y las mañanas de aquellos días que te veía.

Fechas en que  me dabas un beso apurada, 

deseando te quedes junto a mi ese día.

¿Por qué  será que decidiste ese pueblo,

que sea por siempre tu morada..?

¿Será por el cuchillo, que dijiste que tenías?

¿fueron las palancas las que te atraían?

Veo en tu rostro el gesto de querer contar,

mil cosas que tienes guardado dentro de ti,

silente lo oculatas a la espalda y es mochila

pesada, para el corazón y alma dentro de ti.

Autor: Camisa

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