No podrás comparar mis gestos
que jamás nada tiene que ver
con las expresiones de mi rostro.
No podrás comparar la luz que te di
en aquellos días de estudiante
con la luz que recibes ahora.
No podrás decir que no fui fuente
del agua que alguna vez bebiste.
No podrás jamas decir
que no fue mi mano
que te llevo camino a casa
en tus primeros pasos.
No podrás jamas decir
que no bese tu frente
para estrecharte en un abrazo.
No podrás decir que te olvide
y que no escuche tus palabras
con atención para guiarte a la cima.
No podrás compararme
porque siempre busque tu crecimiento;
que tu servicio y tu mano sea necesaria.
No podrás decir que te he fallado
cuando puse mi honestidad ante ti
y te ame cobijando tu alma.
No podrás decir que no luché por ti
que puse los huevos grandes
en cada acto que realicé.
No podrás decir que no fui
suficientemente rojo
para reclamar y exigir derechos
que no precisamente eran los míos.
No podrás decir que fui almíbar
en todita la seda de tu piel
y calma en las palmas de tu manos.
No podrás decir a nadie
que fui el primero en todo
y que eleve tus pies hacia el cielo.
No podrás decir que no te deje ser
y mucho menos no podrás jamás decir
que no guié tu vuelo al cielo
y llene de magia tu mundo,
dándole la primera vida
a las mariposas de tus sentidos.
Autor: Camisa
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