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miércoles, 20 de junio de 2018
Cuando Vuelvas
domingo, 10 de junio de 2018
Nadie Sabrá
cuando escape de aquel lugar que pensé era mi tormento.
Hoy me doy cuenta que no era mi paz este frio lugar
ni mucho menos lo vital, lo necesario o mi alimento.
Aún así extraño el
calor de tus dulces besos norteños,
que terminado el beso, mis ojos se encontraban con los
tuyos
percibía tu aliento, tu perfume y el aroma de tu orgullo,
que se devanecía con amor y más besos pequeños.
No romperé esas cadenas que me impiden irme de ti,
las dejare allí hasta que mis huesos se suelten de ellas,
porque nadie sabrá que sufro pensando en ti,
y que aún frente a mi; estas en las estrellas.
Lo bueno de todo es que nadie, que te amo sabe;
así nadie cuenta se dará, cuan grande es este dolor.
Ni sabrán que fui y aun soy tu contrabando amor,
que te idolatra y adora. ¿que duda cabe..?
Nadie sabrá que susurro tu nombre en mi silencio,
ni sabrá que siempre necesitaré de tus besos;
quiera Dios que al menos sirvan mis plegarias, mis rezos
y estos azotes de soportar el dolor que penitencio.
Nadie sabrá que fui el primero en tu vida,
ni sabrá que fui quien te llevo al cielo la vez primera;
menos que tu perfume se impregno en los poros de mi piel,
en el mes que mirando el café de tus ojos te di el beso
aquel
que revoloteo y germinó como un azul vida esta quimera,
que hoy agoniza con tu adiós y tu partida.
Nadie sabrá que en mi cama no solo quedo tu cabello,
si no tu perfume, tus jadeos, tus quejidos y tu
transpiración;
ni sabrán que se
quedaron tus fluidos en el destello
de este inmenso amor que nos dimos con pasión.
Nadie sabe que los recuerdos de este dulce y grande amor,
están en la almohada que mordías cuando dentro de ti,
estaba yo en un acelerado vaivén en tarde, día o noche.
Sí; están también allí en las sábanas aquellas,
donde se quedaron con ternura los sueños de cada noche,
que te hice el amor pegando mi pelvis junto a la tuya.
Seré siempre un caballero no mancillare tu honra, lo juro;
porque nadie sabrá que bese tu pecho y lloré en el,
cuando me destrozaste el alma diciendo que partías
Nadie sabrá que con mis labios, acaricié de tu cuerpo la
piel,
ni sabrá que fantástico me apretaste la piel con tus nalgas
ni mucho menos sabrán que con tu vientre también lo hacías
menos aún sabrán, que entregaste todo de todo lo tuyo.
Autor:
Camisa
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