Pensé
que eras cual arena pesada
cuando
esta húmeda o mojada
más
después de amarte con mis labios
te
sentí liviana como la arena seca
tal
cual el color de tu piel.
Hoy
que he recorrido con mi piel
toda
la hermosura de tu ser
por
dentro y fuera de tu alma
puedo
afirmar que eres aroma
que
se percibe en el pecho.
Cansado,
puedo decirle a Dios
que
me regale más años para amarte
como
jamás haya amado en mi vida.
Y
si desea pronto llevarme,
sálo
le agradecería por tanto
y
por dejar que hoy sea feliz
y
gracias a ti por amarme.
Hoy ya conozco del mundo,
la
felicidad contigo al amarte;
mas en este momento que estás relajada
tanto o igual como yo lo estoy,
mas en este momento que estás relajada
tanto o igual como yo lo estoy,
estás
de sueño ahora
que
en mis brazos dormitas,
como
una niña arrullada
me
gusto como tiras, la locura
que
rico unidos en carne
hasta
el límite maravilloso.
Quema
siempre la piel de mi deseo
dentro
de ti como ahora lo hiciste
y
te hare llegar que para eso veniste
más
tu ya sabes que me agrada
tu
lengua que roces en mi sensibilidad corvada.
Apretujas
mis nalgas a tu cuerpo,
para
darte todo y con fuerza,
para
viajar hasta el fondo
apresuradamente
insistiendo
y
llegues nuevamente al destino
de
la felicidad extenuada de amar.
AUTOR:
CAMISA