Hoy pensaba en los hoyos de tu sonrisa,
en tus ojos con pestañas rizadas,
y en tu forma de hablar sonriendo.
Hoy resumí todo lo vivido,
tras los fríos barrotes
de esta prisión sentimental.
Donde no me sirven para nada las alas
que conocen de libertad,
pero no hay ganas ni fuerzas para volar.
Hoy hice un alto para pensarte,
en que después de ti,
no quedaron dudas.
Hoy solo tengo certezas
de que no mata el alma la tristeza
y que sufrir también te incita a luchar,
para ver todo el escenario del vivir.
Como el ver qué tal te va sin mi,
confirmar que nunca me amaste,
como alguna vez dijiste.
Aún tu nombre me hace doler
y repuntan ríos transparentes
como si fuera recién ayer
el día que te marchaste.
Aunque como si fuera ayer,
se sienta tu partida;
sueño un día curar la herida.
Sueño dejar de extrañarte en silencio,
sonreír sin fingir, que ya te he olvidado
y entender que nunca estuve en tu corazón.
Entender que la vida sin ti,
nomás me ha sumido en la tristeza
y me ha causado un profunda herida.
Autor: Camisa
CopyRight