Me quede con tu mirada,
me grabé el color de tus ojos
de tu falda y el color de tu blusa.
Me quedé con las ganas de decirte te amo
mientras subías cada escalón,
con un bolígrafo y un papel en la mano.
Me quedé con tu sonrisa
y el timbre de tu voz angelical.
Me quede con las manos sobre tu cabeza,
con esas tus caricias y ese mirar
cuando estabas de rodillas.
Me quedé con tu rostro en mis pupilas
y con un gran amor por entregarte
me quede vacío de ti desde que te marchaste.
Me quedé entre amigos y cantinas
procurando olvidar;
y conseguí solo con el tiempo
llevarte en mi pecho y recordar.
Me quedé destrozado y herido de muerte
deseando no mas la vida si no puedo verte.
Autor: Camisa
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