Hice fiesta y celebré Invitando a medio mundo,
para celebrar que te fuiste y me habías dejado,
lo hice para ocultarte que estaba enamorado,
que te amo con un amor fuerte y profundo.
Ha pasado el tiempo y se que lo has creído
lo hice para que no sientas lástima de mi;
y ya me imagino todo lo que te has reído,
porque pensarás que nada me duele a mi.
Te demostré lo mucho que te amo,
y demostré a éste, mi corazón valiente;
te di todo de mí y no hay hoy un reclamo,
aprendí como la gente daña y miente.
No supero esa herida, porque aún duele;
lo he llevado sin ruido en silencio sepulcral
sin ayuda y sin que nadie me consuele
sin importar que todo ello me hacía mal.
Estoy seguro que todo eso lo has disfrutado
y has pasado todos los días muy tranquila;
era lo mejor, que no hayas en mi pensado
o que fuiste una mujer malévola, cual Atila.
Dolor que me causaste y me dejo fulminado,
aquella tarde de fútbol y caliente de verano,
dolor que me dejo en una sonrisa colgado
y perdí de ti, tus
ojos, tu voz y tu mano.
Qué bueno que hayas tú pensando,
que nada de lo que hiciste me ha dolido,
asi, jamás supiste que enamorado
lloré a solas con mi corazón partido.
Era mejor que no supieras de mi nada,
llevar la procesión oculta por dentro
que no supieras de mi alma apenada
y que aún en mi vida tu eres el centro.
Mi intención que jamás caiga una lágrima
de tu ser o que te sientas triste y herida;
que seas feliz y vaya bien todo en tu vida
y no importe pena que a tu corazón oprima.
Tal vez pensarás que fácil te he olvidado,
así no tendrás nada de culpa y menos pena;
por haberme en alma y en vida asesinado
y no sepas que estas en la sangre de mis venas.