Desperté temprano y le prepare el café
conversamos en el desayuno del amor;
expresó su cansancio de mi persona
y del hecho de no estar cerca, a su lado
y luego se marchó, muy enojada.
Ella se fue pero se quedó su sonrisa
en aquella taza con residuos de café;
se quedó su perfume en mi olfato
y se quedó su mirada en mis córneas.
Se quedó este amor aún esperando
y se quedó mi alma en la tristeza.
Se quedó en el tiempo aquella mañana
y su beso se quedó en la servilleta;
Mas al decirme adiós y marcharse,
se quedó mi alma sola; más no vacía.
Se quedo mi vida llena de su recuerdo
y mi celular con las fotografías digitales;
se quedó su facebook e instagram abierto
y mi rostro un dolor que vierte a raudales.
En la computadora de nuestra habitación
se quedo todos sus creativos documentos;
cabellos en las sábanas y en mi almohada
y en mi triste alma gran aflicción y lamentos.
Autor: Camisa
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