Fue abril, una primavera,
navegar
en la tinta de tu alma,
feliz
con cada ápice de ti,
sentí
el suspiro de tu vez primera.
Rojo
fuego tus labios,
centro
infinito de ternura,
fuente
divina de dulzor,
me
entregó su alma y el amor.
Privilegio
es amarte salvajemente,
tener huellas de tu piel en mis manos,
tener
tus besos, tus gemidos
y
en total silencio desnudo,
tener
tus caricias, tus gestos
y
tu forma de decir: te amo.
Tú
en mi mente, en mi piel y en mis letras
que
me hace un ser diferente,
en
el ruido, en el silencio
y
en la sombra oscura de la luz.
Un
privilegio estar en tu mente
y
tener tus piernas abiertas
besarte
el alma, besarte el vientre
y
hacerte temblar de placer.
Copy
Right