No debes estar triste, ya será seguro otra piel,
borrará tus besos y me hará olvidarte por fin.
No tienes culpa que haya entregado el corazón
me acostumbré que tus manos atrapen mi amor
y cuando te marchaste, quede enganchado a ti.
Me comentaron que escuchas esa mi canción,
que vives rodeada de nueva y mucha gente,
que pasas días con mi nombre en tu mente,
y te arrepientes de haber herido mi corazón.
Que bueno tengas ahora un mejor corazón,
lo necesitas, para tratar bien a gente nueva,
buena señal, que mi dolor te conmueva
y seas ahora una buena y mejor persona.
Dios te prodigue bendiciones y me perdones
por amarte como que lo hice. No era razón,
para que te quedaras; y tampoco había razón,
para que me hieras en el modo que lo hiciste.
Duele el pasado, cuando me viste como iluso
y te burlabas de mí. Agrada saber y descubrir,
que tu cambiaste y eres una mejor persona,
entiendo el pasado. Fue Dios quien dispuso.
Autor: Camisa
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