Un día más volví a las calles
y me traje consigo mi bandera,
en mi corazón, en mis pensamientos
y sobre mi espalda.
Hoy me reencontré entre abrazos
y aplausos junto a mis hermanos
del norte, centro y sur.
Hoy junto a mis hermanos
de la costa, sierra y selva
todos juntos en un solo puño,
enfrentando a esta dictadura asesina.
Hoy después de las seis de la tarde
nos gasearan seguramente,
y es probable que hasta asesinen
a uno de nosotros hermanos,
de los que hoy estamos aquí.
Es la mano de la dictadura asesina
que dispara, sin tomar en cuenta
que cada uno de nosotros
traemos consigo nuestra bandera
del cambio y el cumplimiento
de nuestros sueños para el Perú
y para todos los peruanos.
Hoy, marchando pacíficamente,
en estas calles señoriales de Lima,
que dicen que será “Potencia Mundial”.
Estamos todos y somos tanta gente
que la traidora llama “grupo minúsculo”,
al 70% del Perú, que quieren su renuncia.
Marchamos con nuestra bandera
por un bienestar para todos
solicitando la renuncia de la Asesina.
Estar aquí lejos de nuestros pueblos,
invade la pena, anuda la garganta
y corroe el alma por la noche.
Aunque los días calientes de sol muerda
luchamos todos juntos los hermanos,
para mandar a la usurpadora la mierda.
A ti que estas del otro lado,
y me vez como resentido social,
te exhorto a que te des cuenta
de todo ese mal que ha causado
el terrorismo de estado.
A más de dos siglos; en el norte,
centro y sur del Perú,
aún tenemos enormes brechas;
y sigue el desarrollo postergado.
Soñamos con una patria diferente
con justicia para el Perú y su gente.
Autor: Camisa
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