Yo te daba amor y tu me dabas sexo
Ame tu piel por todo lado de
tus puntos cardinales,
me entregaste a mi lo que
a nadie jamás tú darás…
Disfrute de ti, cada
movimiento y postura,
nunca sabrás que ame tanto
tu alma
más que tu blanca fina piel
y tersa figura.
Que te vi en los impecables
espejos de las paredes,
y en el espejo pegado al techo
de la habitación;
que grabe tu imagen en mis
saberes
y el perfume de tu alma en
mi corazón.
Estar contigo vencía la fuerza de la gravedad,
y volaba en la miel luna
de la habitación,
y me fundía al vaivén y al
calor de tu cuerpo;
fueron tus manos el fuego que me abrazaba
debajo de la cintura apretándome
hacia tí.
Que posé la cabeza en tu
boca,
mientras con tus manos agarrabas
mis piernas
que me hacías enloquecer
hasta decirte: te amo
mientras llegaba además el
relajo y el sueño
real de sentirme tu dueño.
Autor: Camisa
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