Que…
Que es
verdad que dejo las puertas abiertas,
que
soy torpe, soñador y loco desordenado,
y que mojo
la almohada con los mares y ríos,
con la
pena que me genera lluviosas emociones
y que no
puedo parar la lluvia ni en la claridad,
que me
hace oscurecer días de sol radiante.
Que, llevo
kilómetros de letras y poesía con tu nombre,
quererte
a ti es real, más sigo siendo el
secreto,
bajo
la acera de las calles y caminos urbanos de Perú,
que para mi fue semilla y no fútiles hechos lo vivido,
más me
atacas de hecho con tu falta de tiempo,
con
tus videos y con tus fotos felices celebrando
que
son masajes de navajas, tijeras y cuchillos al alma,
en
plena centena de días de pandemia que me ha excluido
de la
felicidad y de la alegría.
Que, procuró no mojar el polvo con mucho esfuerzo.
No lo
logro. Y es que la grietas aún abiertas son enormes
después
que nuestro ángel nos ha dejado.
Que me
encantaba cuando me tocabas la cabeza,
y cuando
me pedias un abrazo, donde sosegué mi pena.
Que,
me agrada tanto tocar tu rostro y sentir tu piel,
que rascaba tu espalda para que durmieras.
Que
dormimos cual cucharas muchas veces,
después
de quemarme en los avernos de tu piel,
me encantaba
abrazarte después de hacer el amor
y en mis brazos tu entero ser se quedaba dormida.
Autor: Camisa
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