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viernes, 18 de noviembre de 2016

ME ENCENDISTE Y ME APRESASTE


Cual pebetero de olimpiada,
encendiste mi tímido y solitario corazón,
hiciste que mi pálida, triste y gris mirada,
brille con la alegría de conocerte, cual neón.

Más hoy estoy preso en el mundo de tus ojos,
tras los fríos barrotes de tus voluntades,
encerrado en tus espacios de tiempos pequeños
y aceptando entre penas tus arbitrariedades.

Hoy se revela mi alma que te adora,
Y mi memoria se enciende con tu ausencia,
mi intolerancia ahora aflora
y exclama urgente tu presencia.

Revoluciona mis sentimientos en mis penas,
actúas como si no estuvieras en la ciudad,
o como si no corriera sangre en las venas
lo peor es que lo haces con asiduidad.

No reclamo o molesto,  más me quedo callado;
perdón si en un momento te ha molestado,
mi corazón, triste por tu ausencia y enamorado.

Autor: CAMISA