Se pierde mi mirada en la nada,
evocando tus sonrisas, tu voz y tu mirada,
de aquellas tardes verdes, azules y
amarillas,
felices jugueteando en las mesas y
sillas.
Extraño esos días de estudiante y
deberes,
de maestros, formaciones y saberes,
fueron días de tardes y tempranos,
de dulzor de tus besos y amor en tus
manos.
Aun guardo tu blanco pañuelito,
con el labial de tu beso y perfume impregnado,
¿guardaras el rojo clavelito,
cuando fui tu bien amado?
Pasaron tantos años, meses y días;
y muchas veces los he contabilizado,
viví mucho para no tener agonías,
más aún extraño tu beso enamorado.
Tú fuiste de mi amor la princesa,
lo siento y lo digo sinceramente,
cuál sabor de lúpulo de esta cerveza,
que bebo con tu recuerdo en mi mente.
Autor: CAMISA.