Ahora que en la noche virgen,
reina el silencio,
te estoy soñando
aquí despierto.
Ahora que mis ojos
no mueren todavía,
te pienso de sagrada forma,
y mi alma se halla
en una dulce danza
espiritual.
Ahora he podido darme cuenta
que sin tí;
vivo en el cosmos
de los
ojos cerrados,
cuando tú estas despierta.
Ahora estoy feliz;
porque
al pensarte,
has dado muerte
a mis fúnebres miradas….
Ahora…. ya no soy penumbra en mi poema,
ya no es gris mi corazón...
y mi mente es expresiva.
Ahora, te pienso,
te veo y estoy feliz.