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domingo, 13 de septiembre de 2020

Confio en mi almohada

                               Confio en la almohada


 Es noche y sombra mi vida sobre la almohada,

donde se contiene el rocío tibio de ríos y mares 

me canse de no dormir hasta la alborada

o de visitar en soledad antros y bares.


Pronuncio tu nombre  y se queda atrapado  

en la mascarilla  que por covid-19 uso hoy,

mas los mares y ríos de un ser que sin ser soy

en la costura exterior  todo allí represado.


Mi corazón con nostalgia siente que te amo.

más tú friamente: ¿que hago... te creo..? 

Jamás sabrás que por las noche te llamo

y que en mi sueños te abrazo y te veo.


Yo mendigando amor... cual  mendigo el pan,

hoy soy noche entre mares y ríos sobre el diván.

Dolor de atracción gravitacional  invisible

que no ocupa lugar ni en lo sensible.


Tal vez sea un sujeto con menos cualidades,

un ser imperfecto más que cualquier humano,

prevalecen tus enojos y resaltan tus vanidades

dejando tu marca personal, cual huella de tu mano.


Que si fui tu amor o deje de ser ...

o si me quisiste o me dejaste de querer

que importa ya si te fuiste  de mi lado,

total nunca jamás sabrás como te he amado.


Solo esta almohada que resisten ríos y mares,

cual represa gigante empozando sueños o lugares,

de una esperanza verde de algo que no será,

más confío en mi almohada que nada contará.


Yo;  talvez como todo soñador y romántico,

confío en mi almohada mi soledad  o tristeza, 

y la maroma de letras en mi ordenador cuántico

bajo el son que dicta mi corazón y cabeza.


Autor: tucamisa

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viernes, 4 de septiembre de 2020

Sin escudriñar mi Alma

Sin escudriñar mi alma


 Gracias por mirarme a los ojos

y darme lo que me ofreces en tu mirada,

en tu sonrisa y en tu piel.

 Gracias por ayudarme a salir del vacío,

del oscuro dolor y de la angustia.

Sin escudriñarme el alma.

 Gracias por el viento de tu aliento,

por tu respiración en mi pecho

y limpiar estas heridas sin preguntar.

 

Gracias por abrazarme fuerte hoy

y entregar tu alma a la mía,

sin cuestionar mis penas

y sin escudriñar mi alma.

 

Gracias por besar mi piel

y borrar esas huellas con tu sencillez

con tu amistad y ternura.

 Gracias por esos cálidos

y rojos besos apasionados;

por pintar mi cielo de azul

y colocar el sol radiante

sobre este ser que moribundo estuvo.

 Gracias por trasladarme

del nadir al claro cénit,

pintar el techo de blanco

y paredes en multicolor primaveral.

  

Gracias por consolarme,

limpiar mis lágrimas,

decir que me amas...

mientras me hacías el amor

sin escudriñar mi alma.

 

  Autor: Camisa

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