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jueves, 19 de diciembre de 2019

Madre Solo hay una…


Hoy quise beber un café contigo,
en el centro de la ciudad  de Chiclayo,
en aquel  “Trébol  “ donde en veces mitigo
la pena de no abrazarte en mayo.

Frente a la catedral; al costado de las Américas,
recuerdo tu voz y rostro en este mes de otoño,
tal vez debí viajar y evitar alegrías cadavéricas,
y llevarte un regalo adornado con un moño.

A ti de angustias, penas y de amor sincero,
hoy quiero regalarte algún amoroso poema,  
en este día importante y decirte: te quiero;
mas no se como hacerlo en esta profunda pena.

Hoy quise compartir mi tiempo contigo
y tal vez sea la tristeza de recordarte,
que percibo el frío y mi cuerpo requiere abrigo
hoy que es tu día y que deseo abrazarte.

Serán los sentimientos de culpa alguna,
los que se apoderan de mi esta tarde;
será el destino y la mala fortuna
que conmigo siempre hace alarde.

El segundo domingo de mayo precisamente,
se eligió como fecha para recordarse,
ella está en mi corazón y mi mente,
más mi alma está por desgarrarse.

Me alejó de ti este trabajo de esclavo,
que me mantiene y aun así hay hambruna,
que no da fruto ni da mayor centavo,
y me hizo olvidar que madre sola hay una.


Autor: Camisa
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#NoAlPlagio