Ya
no hay reserva transparente,
que
te pueda nuevamente dedicar.
Vete, no deseo volver a mirarte;
mas
déjame decirte mujer,
ya
no hay reserva transparente,
no
esperé que regresaras ni vinieras,
cerré
las puertas desde tu partida.
Ya
no hay reserva transparente,
ahora
estoy rendido, después de tanta lucha
que
resultó infructuosa, añorando tu regreso,
ya
paso el tiempo estoy cansando y viejo;
Ya
no hay reserva transparente,
y
nuestros sueños te los llevaste tú,
en
tus maletas cuando partiste
a
Miami de las costas del Perú.
Ya
no hay reserva transparente,
mas
renuncié a ti hace tiempo,
ante
el bullicioso ruido de la ciudad.
¿Por
qué no pudiste darte cuenta..?
tal
vez porque fueron transparentes mis anhelos,
como
mis lágrimas cuando partiste;
o
tal vez como mis penas invisibles.
Y
si hubiesen sido de color sangre,
probablemente
si te hubieras fijado.